Mantén el secador de pelo alejado de fuentes de agua como lavabos, bañeras, duchas o piscinas. No lo uses con las manos mojadas ni lo sumerjas en agua, ya que esto puede provocar un cortocircuito o una descarga eléctrica.
Siempre desenchufa el secador de pelo cuando termines de usarlo. No lo dejes enchufado innecesariamente, incluso si no lo estás usando, para evitar riesgos eléctricos.
Asegúrate de que las rejillas de ventilación del secador de pelo estén siempre limpias y no obstruidas. Bloquear estas rejillas puede provocar sobrecalentamiento y daños al secador.
No uses el secador de pelo cerca de materiales inflamables como toallas, papel, ropa o productos de peluquería inflamables, ya que el calor del secador podría causar un incendio.
Nunca dejes el secador de pelo encendido sin supervisión, especialmente cuando se use cerca de personas o niños. Esto puede evitar accidentes y el riesgo de sobrecalentamiento.
No uses el secador a temperaturas extremadamente altas durante períodos largos, ya que esto puede dañar tu cabello y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento del aparato. Ajusta la temperatura según sea necesario.
No bloquees la salida de aire del secador de pelo. El flujo de aire debe ser libre para evitar el sobrecalentamiento y los daños al motor.
Mantén el secador de pelo fuera del alcance de los niños y nunca lo dejes encendido sin supervisión. Los niños pueden lastimarse al intentar usar el secador o al tocarlo mientras está caliente.
No utilices el secador de pelo durante períodos largos sobre el mismo lugar del cabello. Esto puede provocar daño térmico al cabello y aumentar el riesgo de sobrecalentamiento del aparato.